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Aquarios - Hidroterapia Equina

ACUARIOS

Un acuario es una instalación muy planificada. Los exitosos requieren algún estudio preliminar para su correcta ubicación, así como una previsión del contenido que albergarán, pues se precisa conocer de antemano el tipo de agua, el tipo de fauna y flora, la decoración o el suelo. Del mismo modo, resultan imprescindibles un conjunto de mecanismos y sistemas automáticos con la capacidad y potencia suficientes para lograr condiciones como la temperatura necesaria, la oxigenación adecuada o la luz precisa que mantenga un ambiente saludable para la fauna y la flora, sin perder con ello transparencia y vistosidad.

Los acuarios son ecosistemas vivos y, por lo tanto, dinámicos. Razón por la cual siguen demandando cuidados extras, aún con todas las automatizaciones conseguidas. Tareas como el cambio de agua, la combinación de nutrientes para la fauna y la flora, la limpieza del biotopo o la sustitución de filtros siguen siendo imprescindibles para la salud de los seres vivos y no se han conseguido automatizar por el momento.

La popularización de los acuarios, públicos y privados, se ha expandido hasta el punto de volverse un elemento más de la cultura popular.

 

 

HIDROTERAPIA EQUINA

¿Qué es la hidroterapia equina?

La hidroterapia equina es una forma de rehabilitación que implica la introducción de los caballos en una piscina de agua y ponerlos a caminar bajo el agua. Este tipo de terapia se utiliza en los caballos para ayudarles en la curación y el fortalecimiento de los músculos, ligamentos, tendones y huesos después de producirse una lesión. Se puede utilizar además como un medio de mejorar el rendimiento y la resistencia, para evitar lesiones en los caballos sanos, o como un medio de ejercicio. Existen cuatro componentes principales para la correcta hidroterapia equina: aireación, la profundidad del agua, la temperatura y la cantidad de concentración de sal en el agua. Todos estos factores estarán supeditados a la razón de que se está utilizando la hidroterapia equina y, si el caballo se lesiona, la localización y extensión de la lesión.

La hidroterapia equina comienza bajando lentamente un caballo en una piscina de agua que tiene una cinta de correr en la parte inferior de la misma. Después de que el caballo está en su lugar, la cinta comienza a moverse, lo que obliga al animal a caminar a un ritmo determinado. Chorros de agua sumergidos a lo largo de los lados de la piscina se dirigen hacia las piernas del caballo, creando de ese modo un efecto de masaje. La flotabilidad del agua alivia la presión sobre el cuerpo del caballo, que permite sólo el impacto suficiente para ayudar a construir la resistencia ósea.

La aireación incluye el uso de chorros subacuáticos que no sólo masajean al caballo, sino que causan suficiente turbulencia en el agua para inducir un efecto calmante. Se ha demostrado que los caballos presentan mayores tasas de corazón en aguas tranquilas que en el agua que se está moviendo. Además, la circulación de oxígeno en el agua se incrementa por los chorros, y esto, se cree, que ayuda en el proceso de curación.

La profundidad del agua en la hidroterapia equina variará dependiendo de muchos factores. En general, cuanto mayor es la profundidad, mayor será la presión ejercida sobre los tejidos. Esto es especialmente importante en los casos en que se ha acumulado líquido, en el caso de una lesión, debido a que la presión ayuda en la dispersión de fluido.

El agua utilizada en la hidroterapia equina es fría, pero no tan frío como para que dañe el tejido, pero lo suficientemente fría para que tenga un efecto adormecedor y evitar la acumulación de líquido en el caso de una lesión. La temperatura del agua esta normalmente controlada por ordenador y los rangos varían de 36 a 39 grados Fahrenheit (aproximadamente 2-4 grados Celsius).

La concentración de sal en la hidroterapia equina variará dependiendo de muchos factores. El tipo de sal que se usa también varía. A pesar de que se usa con moderación, puede promover la cicatrización de las heridas abiertas y ayuda a extraer la acumulación de líquido alrededor de una lesión.